viernes, 19 de junio de 2009

La historia del pupitre

Historia del Pupitre

Al principio, los alumnos se sentaban en largos y toscos bancos de madera sin respaldo, servía la pared. A juego de una enseñanza transmitiva de contenidos que se aprendían mediante la repetición ryutinaria, individualmente o en grupo. Se escribía en los encerados o pequeñas pizarras individuales.

1711

A no cambiarse de banco.
"Habrá en todas las clases lugares asignados para todos los escolares de todas las lecciones, de suerte que todos los de la misma lección estén colocados en un mismo lugar y siempre fijo. Los escolares de las lecciones más adelantadas estarán sentados en los bancos más cercanos al muro. Y los otros a continuación, según el orden de las lecciones, avanzando hacia el centro de la clase.”
“Cada uno de los alumnos tendrá su lugar determinado y ninguno abandonará ni cambiará el suyo sino por orden y con el consentimiento del inspector de las escuelas. Habrá de hacer de modo que aquellos cuyos padres son descuidados y tienen parásitos estén separados de los que van limpios y no los tienen; que un escolar frívolo y disipado esté entre dos sensatos y sosegados; un libertino, o bien solo o entre dos piadosos.”
La Salle. Conducta de las escuelas cristianas. Francia. 1711

1831
Escuela Lancasteriana.
El salón de clase medía aproximadamente 7 metros de ancho por 12 de largo. Los escritorios, comunes para toda la fila, medían alrededor de 2,5 metros y estaban ubicados a un metro de distancia unos de otros. Cadfa alumno tenía entonces cerca de 30 cm de de escritorio a su disposición. La situación se agrababa con los asientos. Estos eran banquitos con un tope superior de 20 X 15 cm.
1849
En 1849 Marcos Sastre introdujo un diseño de pupitre que llamó Bufete de escuelas, cada mesa sirve para dos alumnos, el asiento con su respaldo esta adherido a la parte posterior de la mesa sirviendo para la mesa delantera. Esta conformación, tiende a acomodarse a las áreas a todas las dimensiones y ofrece el respaldo, de las que carecían los niños en las escuelas públicas y privadas.
1852
El mobiliario escolar no gozó de un diseño centralizado hasta finales del siglo XIX y principios del XX. Por ello, en cada pueblo o escuela había bancos o mesas de distinto tipo, siendo los carpinteros de los pueblos los que diseñaban su propio modelo. No obstante, en determinados lugares, por parte de algunos inspectores se dictaban normas
"los bancos se harán con tres pies de tirantes enteros y torneados, en longitud iguales a las mesas, de ocho pulgadas de latitud, su grueso igual al indicado y su altura de diez y ocho"
Antero Sánchez, Inspector de Enseñanza. Albacete, 1852.
En España a finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, se extendió el uso del llamado pupitre "Museo Pedagógico Nacional", que era bipersonal, con asientos abatibles, rejilla de madera para apoyar los pies y tablero inclinado con leja para guardar los libros o carteras y orificios para los tinteros.
1896
“Muchos son los detalles de una escuela, que reclaman la enérgica acción del higienista de nuestra tierra, pero ninguno más importante que el pupitre por lo que directamente interesa al niño. El pupitre es precisamente uno de los factores principales de las varias afecciones que contrae el niño en la escuelas [...].Estando el niño con el cuerpo inclinado hacia adelante, tiene la cabeza y los ojos junto al libro, posición que congestiona el cerebro y contribuye a determinar la miopía. Además un hombro levantado constantemente por el defecto de la mesa, se hace y permanece más alto que el otro, el pecho se hunde y las funciones de la respiración y de la circulación sufren por la posición viciosa y prolongada."
Lescano 1896

1903
“Las tablas superiores de los pupitres tendrán una pequeña inclinación hacia el alumno, salvo la quinta parte superior que se dejará horizontal para mejor acomodo de tinteros y plumas. En el borde inferior de la tapa no se admitirá varilla alguna saliente. Debajo de la tabla, movible o fija, deberá haber siempre una tablilla de suficiente ancho para libros “
Nardrel 1903

1910
Así como las autoridades, municipios y pedagogos se esfuerzan en proveer a las escuelas de bancos adecuados, del mismo modo deberían también los padres preocuparse en proporcionar al niño un pupitre en su domicilio, que reuniese condiciones higiénicas y de comodidad.Un pupitre acostumbra al niño a la idea del orden, y le obliga a mantener una posición recta. Los pupitres indicados a continuación son elegantes, sólidos, pueden regularse y son adecuados para todas las edades del niño y del adulto.Pupitre Albis para alumnos :El alumno de 6 a 18 anos conserva en el una posición higiénica. El asiento, el respaldo doble y la tabla para los pies pueden regularse con facilidad. El cajón del pupitre está construido a propósito para guardar libros. La parte inclinada del pupitre puede levantarse. Con disposición Albis para el tintero y pupitre para leer.Asiento universal y pupitre derecho para niños y adultos: con depósito práctico para las plumas, gran cajón para libros, tintero cerrado y pupitre regulable para leer. La tabla del pupitre está provista de una prolongación hacia la derecha, que permite apoyar el brazo hasta el codo al escribir.

Catálogo ilustrado de material de enseñanza. Publicado en español. 1910.


1928
La mayoría de las argumentaciones sobre el mejor banco respondían a fundamentos relacionadas con la prevención de enfermedades y con las malas posturas que provocaban en los alumnos: el "higienismo estaba presente". Pero la prevención debía ejercerse no sólo sobre la enfermedad física sino también sobre la intelectual y "moral" del alumno:
"[...] además los bancos con capacidad para tres, cuatro o más alumnos, son sumamente molestos para las entradas y salidas de los niños y no permiten una buena vigilancia por parte del profesor. Han sido sustituidos hoy por los modelos norteamericanos Pat-Fer y Andrew. Bancos fijos para un solo alumno; de manera que cada niño queda aislado de sus compañeros, formándose filas de un solo banco separados por caminos de un metro, aproximadamente. Esta disposición facilita mucho la vigilancia del profesor y no se hace cómplice, por lo menos del fraude a que tan inclinados son los niños. Estos bancos se fijan bien en el suelo mediante tornillos."
Senet Rodolfo 1928
Fijos, individuales, para responder al disciplinamiento de los cuerpos al que se aspiraba como también a la adecuación a un modelo pedagógico: el "normalista". Este modelo trataba de homogeneizar conductas y prácticas. Una de ellas fue la escritura y su preocupación por la "letra linda". La letra derecha o "parada" era la más recomendada llegando incluso a desaconsejar otro tipo de letra. Se sostuvo que una adecuada inclinación de los pupitres incidía en el tipo de letra. El diseño de los pupitres influyó en la escritura:


Decada 1920-1960

Nuevas escuelas nuevas mesasSe dice que un fabricante de muebles. En una ocasión en que John Dewey intentaba encargarle unos bancos para su escuela, le respondió: "Usted desea muebles para que los niños trabajen y yo los tengo solo para que escuchen".Alrededor de 1920, las propuestas enmarcadas bajo el rótulo de Escuela Nueva promovieron la creación de la mesa de tablero horizontal, en versiones cuadradas, rectangulares, redonda u ovalada para cuatro, seis u ocho plazas, que se acompañó de sillas corrientes. Todo adaptado a la talla de los niños. Se trata de muebles con mayores posibilidades de articulación y desplazamiento, más acordes con las actividades propias de la nueva educación, centradas en el trabajo personal del alumno, el trabajo en grupos, una mayor libertad de movimientos, la manipulación directa de objetos y materiales, el traslado al aire libre.
Esos cambios en la mirada sobre el mobiliario llegaron de la mano de nuevas ideas acerca de los alumnos. El rol del docente, los tipos de comportamientos deseables y los procesos de enseñanza y aprendizaje.

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